Revestimiento anticorrosión para evitar la oxidación I Guía Completa

El uso inteligente del recubrimiento contra la corrosión para evitar la oxidación no solo evitará que las piezas del automóvil se deterioren y se vean feas, sino que también preservará la belleza de un automóvil y aumentará su valor de reventa. El mantenimiento y la inspección periódicos para tratar el tratamiento y la prevención de la oxidación contribuirán en gran medida a evitar reparaciones costosas en el futuro.

El óxido generalmente es causado por la reacción del hierro con los elementos del tiempo, el oxígeno y el agua. En los estados del Medio Oeste, como Minnesota, Wisconsin e Iowa, la sal se usa para ayudar a derretir la nieve en las carreteras. Este es un elemento extremadamente corrosivo que causa rápidamente la formación de óxido en el tren de rodaje, los frenos y las piezas de las ruedas de un automóvil, así como en otras partes de la carrocería del automóvil. Aunque muchos autos fabricados en la actualidad utilizan más galvanización de las piezas metálicas, la oxidación sigue siendo un factor inevitable.

Paso 1: preparar la superficie

Cubra con cinta adhesiva las áreas que no se trabajarán y comience a concentrarse solo en las partes oxidadas. Asegúrese de usar ropa vieja, protección para los ojos y las manos y un respirador. Comience con la rueda de alambre y comience a eliminar suavemente primero las áreas más obvias y profundamente oxidadas. Comience a aligerar la presión que se aplica y disminuya suavemente a medida que el óxido comienza a desaparecer.

Cambia al papel de lija en este punto y trabaja desde los granos más pesados ​​hasta los granos más finos, esforzándote por crear una superficie lisa. Limpie el área con un paño al que se le haya aplicado ácido. Asegúrese de usar guantes y otros equipos de seguridad durante esta parte de la eliminación de óxido. Limpie con cuidado y a fondo el ácido, y con otro paño empapado en alcoholes minerales, limpie el ácido del área.

Paso 2: aplique recubrimientos anticorrosivos

Hay una multitud de recubrimientos anticorrosivos que funcionan igual de bien para tratar el óxido. Para piezas móviles, las grasas de aceite o grafito funcionan bien. Para las superficies pintadas, comience aplicando una imprimación que sea a prueba de herrumbre o que esté etiquetada como "inhibidor de herrumbre". Estos imprimadores también proporcionarán una superficie excelente con la que se puede aplicar una capa de pintura final.

Otra excelente opción de revestimiento anticorrosivo es una resina resistente a la oxidación, que brindará una protección más prolongada para las superficies pintadas, pero también tendrá un precio más alto. Estos revestimientos especialmente tratados también ofrecen aislamiento térmico donde sea necesario y, si es necesario, amortiguación del sonido.

Para brindar mayor protección a los recubrimientos anticorrosivos de pintura y resina, se recomienda aplicar un recubrimiento de zinc al metal a tratar. Esto se denomina galvanizado y ayuda a unir la resina o la pintura, lo que aumenta la protección contra la oxidación. Los recubrimientos de zinc se pueden realizar profesionalmente para aplicaciones más grandes, pero para aplicaciones más pequeñas, el cepillado o el rociado funcionan igual de bien.

Paso 3: el revestimiento anticorrosivo definitivo

El anodizado de piezas metálicas es probablemente un paso de recubrimiento contra la corrosión que es mejor dejar en manos de los expertos, pero sigue siendo una opción para muchos propietarios de automóviles. Aquí se aplica electrónicamente un óxido de metal al metal afectado que se vuelve más resistente al óxido.